El que persevera

"Entonces vinieron Moisés y Aarón a Faraón, y le dijeron: Jehová el Dios de los hebreos ha dicho así". Ex 10.3

El corazón del hombre fue creado con un espíritu emprendedor, lo demuestra John Eldredge en su libro “Salvaje De Corazón”: Todo hombre tiene una batalla que librar, una doncella que rescatar, una aventura que vivir

Pero ante este espíritu original dado por Dios el gran problema que enfrenta el hombre es el desaliento, ante los planes que no funcionan como queremos, ante las puertas que se cierran sobre nuestros ojos, aun cuando aquellos que están bajo nuestra responsabilidad mal interpreten lo que nos proponemos hacer, es muy común que surja el desaliento y el deseo de claudicar.

Los capítulos 5 al 13 de Éxodo nos describen la interacción de Moisés con faraón. Moisés, comisionado por Dios, se presentó ante faraón para pedir que dejara salir a Israel a adorar en el desierto, en lugar de ello la arrogancia y la soberbia de faraón le llevo a oprimirles más, el resultado fue que el pueblo cuestionó a Moisés.

Una y otra vez faraón fue testigo de los milagros y señales hechos por la mano de Moisés pero aun así su corazón se endurecía más y no dejó salir al pueblo

Desde el punto de vista de los hombres Moisés era un fracasado, por más que insistía la soberbia de faraón solidificaba más su corazón…

Pero nada de esto desalentó a Moisés, él estaba seguro de quien le había llamado y a pesar de las negativas del rey egipcio, continuó perseverando hasta que Dios los saco de Egipto.

Como hombres tenemos responsabilidades, familia, trabajo, amigos, en ocasiones nuestros planes pueden fracasar, las personas nos van a mal entender pero debemos de recordar que “Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros?” (Rom 8:31)

Preguntas:

• Cuando has experimentado desaliento ¿Qué has hecho?

• ¿Te concentras en tus sentimientos o buscas el gozo del Señor?

Oración: Dios eterno, no permitas que el desaliento tome ventaja en nuestras vidas.